Se propone estudiar el cuerpo humano como un organismo complejo que tiene la capacidad de reaccionar de forma inmediata y tangible frente a estímulos externos e internos, adaptándose a ellos.
La presencia de estos estímulos nos habla de una impresión temporal, de una huella que se presenta como evidencia reactiva de un agente sobre el cuerpo.
Si esta idea de “agente y cuerpo” se traslada a la interacción entre materiales, en donde uno actúa como imprimante y otro como receptor; se entenderá que esta huella –presencia ausente– da cuenta e indica aquellas marcas del tiempo, o del proceso mismo de reacción de uno por sobre el otro. Este proceso, finalmente, se convierte entonces en un signo de identidad y de carácter para el material. Una estampa noble y bella, no necesariamente por su prolijidad y factura, sino por su construcción incierta, pero honesta.
El ejercicio se divide en tres etapas.
1.- Análisis: a partir de un estímulo específico y la reacción del cuerpo humano ante este, se extraen conceptos que se traducen tridimensionalmente y (re)construyen intuitivamente en tres collages.
2.- Exploración Material: búsqueda de resultados impensados, entre 3 materiales estimulantes y 3 materiales reactivos con cualidades lumínicas específicas: opaco, translúcido y transparente. Es un catálogo de estrategias que define cómo operar, para luego proyectar. Es un entrecruce de materiales, de aciertos y desaciertos.
3.- Propuesta: diseñar un recorrido que dé a conocer la interacción entre estímulo y reacción, como una experiencia espacial y atmosférica. Se propone un uso específico a partir de la relación que los materiales estimulantes y la reacción del cuerpo sugiere.
El objetivo es obtener resultados desconocidos e imprevistos, que cuestionen las ideas y formas preconcebidas; pensando científicamente (bajo la objetividad, racionalidad y sistematicidad), proponiendo hipótesis para descubrir verdades y discursos propios; considerando el fin de las certidumbres como una oportunidad de diseño.
La metodología aplicada valora el proceso de ensayo/error, así como la exploración a través de procesos no- lineales de diseño y pensamiento. Se trata de experimentar constantemente, de probar los límites, asumir riesgos e iterar.
Se establecen criterios de evaluación que miden la claridad conceptual del discurso, la calidad espacial de la propuesta con su contexto y el arrojo proyectual, con particular énfasis en la coherencia entre ideación y materialización.
DISEÑO ARQUITECTÓNICO I – SECCIÓN 04
UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO
Equipo Docente
Pamela Cortez, Marianne Weber, Martín Gómez